El hombre del trabajo pesado.

El que carga, prepara, cuida, guarda, limpia, arregla y vuelve a cargar. El que soluciona, inventa y crea a tiempo real. El que defiende con su vida lo que no es suyo (a vista del verdadero dueño pero para él, lo es). El que come, descansa y duerme cuando ya todo terminó. O no. El que no se lleva los aplausos y reconocimientos pero no le importa, porque no lo hace por eso. Su motivación y deseo de hacer lo que hace es un misterio para mucha gente.

Privilegiado y aventajado porque conoce algo más que lo que conoce el músico para el que trabaja.

Me saco el sombrero ante el roadie o staff de vocación. Yo tuve la suerte de ser uno de ellos y mucha gente me criticó. "¿Cómo puedes servirle a un músico como staff hoy y mañana subirte como músico al mismo escenario?" Pocos pueden entender que haber sido roadie o staff por casi cuatro años es lo que hace que ame y respete tanto subirme a un escenario a tocar.

Alguna vez le dije a alguien sin pensarlo… "es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo." Ese instante lo entendí.

Mi admiración, respeto y agradecimiento a todos los roadies que conozco y a los que conoceré.

"Rock save the roadie"